
Ahora más que nunca se puede afirmar que los animales poseen un sexto sentido.
Adam, ciudadano canadiense de 59 años se recupera de la operación a la que se sometió para retirarle el cáncer de pulmón, tras descubrir su mascota felina, Tiger, el bulto que en este se alojaba.
"Él subió a la cama y me puso encima su pata. La arrastró hacia mi costado izquierdo y se mostró firme: había algo allí" y así era ya que, gracias a la advertencia de su minino se detectó el cáncer a tiempo.
No es esta la primera ni la última situación en la que, el sexto sentido de los animales, previene a los humanos sobre acontecimientos inapreciables para nosotros. Me remito por ejemplo, a su nerviosismo antes de los terremotos, a sus miradas atentas a lugares en los que nosotros no acertamos a ver nada y a mil y una situaciones en las que sin duda, estas mascotas, siempre consideradas inferiores, nos dan una amarga lección y nos ensñan que no somos los unicos seres conscientes y sensitivos de este planeta.
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